-No laves mis pies Maestro, no lo merezco, yo debo lavar los tuyos, no Señor, no soy digno-. Quienes se creen dignos, los limpios son inmerecedores, los perfectos no…
(Lucas 22:14-20) Este es mi cuerpo, esta es mi sangre, verdadero compromiso, con la humanidad, sensibilidad de un Dios que quiso dejar de ser etéreo, lejano e insensible.…