Te confieso...
Te confieso,
Querido Dios, Padre y Madre.
Muchas veces, nuestros ojos no son mansos,
No son capaces de ver los jardines, las fuentes, los niños,
la luna, la puesta de sol, los gestos de ternura,
las manos solidarias...
Padre de bondad
Acéptanos cuando no aceptamos
Y danos Tu consuelo
Aún cuando nosotros nos cerremos a nuestros hermanos y hermanas
Porque sólo Tú eres amor y compasión.