Señor,

tenemos toda la vida sirviéndote,

unos vinieron después,

no tienen el tiempo ni experiencia

que tenemos trabajando para ti.

Unos llegaron después,

otros recientemente,

y tú le das el mismo pago,

igual recompensa.

Unos apenas te sirven

desde hace pocos años,

otros son inexpertos,

apenas te conocen,

son unos recién llegados.

Tú les ofreces,

el mismo salario,

la misma consideración,

condiciones idénticas,

a las de quienes te servimos

desde siempre,

a todos nos das igual premio.

Vinieron después,

no amanecieron como nosotros,

nos ha tocado el trabajo

más duro y pesado,

a ellos el más fácil,

la faena liviana de la tarde.

Tú y tu ideal igualitario

de los últimos que serán

los primeros en el cielo,

de los pequeños que son

más grandes e importantes

en tu Reino de justicia,

extraña economía de la igualdad.

Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera

Maracaibo - Venezuela

18 de Septiembre 2017.