Dios nuestro, te pedimos perdón porque al igual que dice tu Palabra, escuchamos música y no bailamos. Hemos decidido no escuchar la Buena Noticia de tu Evangelio, que nos debería alegrar y dar ganas de celebrar.

Perdónanos, Dios de amor.

Dios nuestro, te pedimos perdón porque de la misma manera, escuchamos música de duelo y no lloramos. Hemos decidido no escuchar tus advertencias y tu llamado a la conversión en la búsqueda de Tu Reino en medio nuestro.

Perdónanos, Dios de amor.

Dios nuestro, te pedimos perdón porque habiendo tantas personas cansadas y cargadas que te buscan honestamente, hemos decidido imponerles -según nuestra propia voluntad- un yugo pesado y difícil de llevar.

Perdónanos, Dios de amor.

Dios nuestro, te pedimos perdón porque mediante tu gracia nos propones llevar un yugo fácil y ligero, pero hemos decidido que esas enseñanzas tu Hijo no son tan importantes, y casi ni las recordamos.

Perdónanos, Dios de amor.

Te lo pedimos en el nombre de Jesús, Tu Hijo, nuestro Maestro,

Amén.

 P. Maximiliano A. Heusser