El Señor viene a nuestro encuentro.

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

Alegrémonos y celebremos su venida.

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

Abramos nuestros pueblos y ciudades, nuestra vida y corazón a su presencia.

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

Abrámosle paso, saquemos las piedras y despejemos el camino.

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Amén.

P. Maximiliano A. Heusser