En su Palabra nos ha prometido

Un descendiente de David, el rey;

Un gobernante humilde, manso y sabio,

Que a su pueblo pueda liberar.

 

En un sencillo establo de Belén,

Bajo el cuidado de María y José;

Nacía Cristo, nuestro Salvador.

La estrella grande todo iluminó.

 

En ese niño, cumplida la promesa,

Dios encarnado la tierra visitó;

Sería al crecer un gran predicador,

De un reino de justicia, amor y paz.

 

Somos su pueblo quienes esperamos,

Que ese, su Reino, se instale en plenitud;

Encendiendo chispas de esa luz,

 

La que en Belén el cielo iluminó.

 

(Maximiliano A. Heusser, Argentina) 

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