Arte
Recogimiento
Recogimiento
Te doy gracias, Señor, porque yo habito Una tierra de sol, y de infinito. Te doy gracias, Señor, porque te siento En la hondura de todo sentimiento. Te doy gracias, Señor, por este vino Y este pan que apuntalan mi destino Te doy gracias, Señor, de estar cautiva En invisible templo de agua viva. Te doy gracias, Señor, porque he nacido A la sombra de un árbol bien erguido. Te doy gracias, Señor, por la natura Que contemplo extasiada hasta la hartura. Te doy gracias, Señor, por las hermosas Sutiles y frágiles mariposas. Te doy gracias, Señor, por el rocío Que humedece la hierba en el estío. Te doy gracias, Señor, por los sentidos Por el gozo y la risa inmerecidos. Te doy gracias, Señor, por el talento Que a los genios has dado, con tu acento. Te doy gracias, Señor, porque en el verso Reverbera la faz del universo. Por los seres fecundos y sencillos Y también por el canto de los grillos. Por la simple corola de una flor Y el sublime misterio del amor. Por el aire y la lluvia bienvenida, Por la luz, por el agua y por la vida.